domingo, 15 de abril de 2012

Siguen los moritos y hay alguno nuevo

Hoy me sacó de la cama (afortunadamente) David Díaz "Tridi", y le acompañé para enseñarle las maravillas de la laguna de la aliseda pantanosa, en Granda (Gijón). Hubo suerte y grata compañía, buena combinación.

Vimos un montón de paxarinos, entre ellos un escribano cerillo (Emberiza citrinella).
Las lagunas estaban a rebosar de agua, y los praos encharcados, vamos, como tienen que estar, y eso lo agradecieron...sí, los que estáis pensando...los moritos (Plegadis falcinellus).
Aprovecharon para pastar los ricos gusanos que estarían saliendo por cientos de la tierra saturada de agua, y allí los pillamos. Había entre 29 y 31 (se movían mucho).

De ellos, 4 anillados. Pude leer 2.
P80, ya vista, pero aún no me han contestado.

Actualización: Normal, porque era P81, y no P80...


La P81, de Doñana, una sola reloocalización, esta de David y mía.



Y la novedad, P03, esta no la tenía controlada, desconozco si alguien la había visto antes por aquí.
En Doñana me comentan que solo tiene una lectura anterior, de hace un año, en Larache, Marruecos.




¡Actualización! David Díaz pudo sacar fotos a las 2 anillas que yo no pude descifrar (genial): son estas:


696, de Doñana, también, fue visto en marzo de 2.010 por Luis García en el Caño Marín, El Rocío, en compañía de ¡400 moritos!






















Y 698, también andaluz, es su 1ª observación la nuestra.

Resumiendo: En Asturias tenemos, al menos, 6 moritos anillados:

696, 698, F38, HPN, P03 y P81. Todos andaluces.

¡No está mal!

¿Quién lo iba a pensar hace unos meses?



Estuvieron un buen rato guardando las distancia, y cuando se cansaron de prao, volaron por encima de la valla, y se pasaron a la charca, donde están más protegidos. Pasa abril, y siguen por aquí. Cruzamos los dedos para que se queden en Asturias y críen. Sería un puntazo, ¿verdad?





Y mientras tanto, en el parque Isabel...













Sigue "Sociable", el morito extrovertido.













Siempre dispuesto a quitarte las penas con su presencia. Un milagro para el sensor de cualquier fotógrafo.










Y una buena escuela de fotografía andante, porque al no haber buena luz, y no parar de moverse, te obliga a exprimir tus conocimientos para conseguir fotos sin trepidación, y nítidas. Difícil.









Va camino de ser un clásico entre las aves del parque, lo vamos a echar de menos si finalmente se marcha.





2 comentarios:

  1. Tendremos que llamarte "El Señor de las Anillas", no se te escapa una...

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  2. Je, je, qué bueno, no, César, se me escapan un porrón, de hecho si no llega a ser por David me hubiese quedado sin leer 2 de las anillas de ayer.

    Siguiendo con el símil, sí que hay unos cuantos ornitólogos con el síndrome Gollum, es ver una anilla y empezar a babear "mi tesoooorooo...".
    Yo por ahora no (por ahora, porque Sauron es muy poderoso...)

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