viernes, 23 de marzo de 2012

...y las cercetas carretonas ( + artistas invitados).

Pues eso, hay una pequeña invasión por todo el Norte peninsular de cercetas carretonas (Anas querquedula), y ayer y hoy (miércoles y jueves) pude ver un total de 3 cercetas carretonas: 2 hembras + 1 macho.
Son algo más precavidas que las compañeras de charca, lo que hace que estén moviéndose cerca de la orilla con más vegetación, las fotos de este macho salen todas mal porque están sacadas con foco manual, ya que hay que enfocar a través de la pantalla vegetal y se vuelve loco el autofoco.






Aunque las había visto antes, siempre era a través del telescopio, y vistas a ojo son mucho más aparentes, el diseño del macho es elegantísimo.
Pena de fotos, que salieron fatal tirando a caca de la vaca.










La hembra es mucho más discreta, aunque tiene un espejuelo verde esmeralda, bien patente, mucho más aún cuando despega, entonces sí que destaca desde distancias increíbles.
Esta foto es muy mala, pero la pongo por 2 cosas: para que veáis el espejuelo, y para que os deis cuenta del mínimo tamaño que tiene la cerceta, apenas mayor que la gallineta común (Gallinula chloropus), de las que había unas cuantas.



Tiene un pico relativamente grandote, que en la hembra, a larga distancia, nos puede hacer pensar en una cuchara europea, pero estos cucharas nunca tienen espejuelo verde, sino azul o grisáceo.









Y para diferenciarla de una hembra de cerceta común, la carretona tiene una línea oscura ancha que parte en 2 su cabeza, y en la base del pico, una llamativa mancha blanca. Se ve bien en esta foto, ¿no?

Aquí, difuminado al fondo, uno de los bastantes ánades azulones (Anas platyrynchos) que se ven aquí casi a diario.




Es increíble que para su estancia en Gijón hayan elegido esta charca, desprotegida de los elementos, y no me refiero de los atmosféricos, sino de los gilipollas que entran en la charca a probar aparejos de pesca, o a los que tiran piedras a la laguna, o a los paseantes que meten los perros hasta atrás, o a los...hay una larga lista. Tiene bemoles, la cosa...




Además de las carretonas, fue muy agradable encontrar 4 ánades frisos (Anas strepera), que por si mismos, ya son toda una novedad en esta charca.
Fijaos en sus colores y diseño discretos, y en los espejuelos bien claros, literalmente, porque son blancos, en ambos sexos.

En la foto, detrás de las carretonas.






También había alguna focha común (Fulica atra), y me sorprendió mucho ver a un cormorán grande (Phalacrocorax carbo) juvenil, entre los moritos.










En definitiva, una colección de aves de 1er orden que no debe hacernos olvidar los peligros que se ciernen sobre este humedal, bueno, ¡qué narices!, pero ¿qué humedal en este país de pandereta (por no decir de mierda) no está en peligro?

Recordad que el domingo hay selecciones, y que cada voto es importante. Por lo que respecta a estos humedales gijoneses de "nueva construcción", hubo un partido político que reclamó y presionó durante años para que se construyesen, otro que los construyó cuando gobernó pero que lo dejó todo a medio hacer, otro partido político, que puede gobernar de aquí a una semana, querría ver (y puede que lo vea) estos humedales debajo de un montón de tierra y chalets, y el que está gobernando ahora hace todo lo que puede para que "sus" pescadores y cazadores acaben con todo lo que tiene pelo, plumas o escamas, y con una sonrisa de autosatisfacción en la boca.

A buen entendedor, pocas palabras bastan. Allá vosotros, luego no os quejéis.

¡Qué asco da todo!

4 comentarios:

  1. Muy buen reportaje Ivan,vaya juego que da la famosa aliseda pantanosa,lugar que no tengo el placer de conocer.
    Saludos.

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  2. Sí que da juego, no te imaginas lo pequeña que es, pero aparentemente, a las acuáticas les encanta.

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  3. Ayer, entusiasmado con los moritos y la carretona no vi a los frisos. Puede que no estuvieran, porque el resto de buenos conocedores a los que me añadí, no comentaron nada de ellos. Y sí del pescador que entra a probar las cañas...menos mal que topo con gente pacífica.

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    Respuestas
    1. Pues los frisos son discretos, pero elegantes, y a veces pasan desapercibidos.
      Del pescador, como el ying y el yang, me consuelo imaginando que si hay un bastardo con ganas de j**er a la gente, seguro que en compensación hay una magnífica persona curando gaviotas que se engancharon a un aparejo, o algo así (como ves, Gabriel García Márquez hizo mucho daño con el realismo mágico...)

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