miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mi equipo: CANON EF 24-70mm f2.8L USM


Inauguro esta sección con mi última adquisición.

Me ha llegado la semana pasada esta maravilla: un objetivo zoom CANON EF 24-70mm f2.8 L USM.

Llevaba meses buscando un objetivo zoom de calidad, y me había decidido por el 24-105 de la serie L.
Como casi siempre hago, estaba buscándolo de 2ª mano. Me resulta difícil gastar tanto como 1200€ en un cachivache como este, con la que está cayendo, teniendo en cuenta que en mi casa este año el tijeretazo van a ser 4800€ menos (eso si cobramos la extra), y además es que no me da la gana comprar un producto nuevo cuando buscando sin prisa se puede ahorrar el 40 ó 50% y hacerle un favor a alguien al que ya no le interesa lo que a ti te hace falta.
Pues cuando ya lo tenía claro, apareció una oferta por el 24-70 f2.8, un objetivo aún más caro, más corto de focal pero con una luminosidad y calidad y calidez de imagen apabullante. Así que no me lo pensé.
Tenía un precio excelente, y el vendedor incluía los filtros, una garantía VIP por si se me caía al suelo o cosas así, y sobre todo, una caballerosidad y buena educación que suelen ser sinónimos de transacción exitosa, así que no me lo pensé: todo por 800€.
Respecto al 24-105, gano en luz, pierdo el estabilizador (que no uso demasiado), pierde mi espalda por el mayor peso, pero creo que me va a venir bien para retrato, que lo tengo un poco olvidado. Veremos.

Hace tiempo que necesitaba sustituir mi objetivo zoom básico, que utilizo fundamentalmente para paisajes, que es la rama de la fotografía que 1º conocí, y personalmente, creo que la que mejor se me da.
Tuve 1º un EF 28-80 f3.5-4.5, que no me gustaba demasiado la luz que captaba.
Después tuve el objetivo de paquete de la ya descatalogada 300D, un increíble EF-S 18-55 f4-5.5 mondo y lirondo, sin estabilizador, sin nada, ligerísimo, que me dio muchísimas alegrías. Lo llevaba en el bolsillo, y mientras llevaba el tele puesto, si veía algún paisaje interesante, lo ponía en un segundo, y tenía unos muy buenos resultados, teniendo en cuenta su humilde estructura.
Pero últimamente notaba una alarmante falta de nitidez, y algún fallo de enfoque ya preocupante, pero es que menuda tralla se llevó el bendito objetivo.
Que nadie se preocupe: tan buena labor durante años me impide tirarlo, y le voy a incorporar una rosca inversora para reutilizarlo como objetivo macro, ya os contaré qué tal.

Mientras tanto, para retrato, me compré hace un año el ultraligero pero bastante desesperante objetivo fijo EF 50mm f 1.8, objetivo de los denominados superluminosos, pero de comportamiento errático y de fragilidad total: nunca llegué a acostumbrarme a él, y a veces apetecía tirarlo por la ventana.
Este sí que lo vendo, prefiero perder el 50% de lo que me gasté, pero es que ahora el nuevo objetivo es mejor, y el enfoque USM nada tiene que ver con el de este focal fijo a 50, que tanto me ha decepcionado.







Bueno, aún no he salido a probar el 24-70, aunque lo que está claro es que todo tiene pros y contras: me llevo un objetivo de calidad extraordinaria, ganaré en nitidez y colorido, y sobre todo en tiempo, porque este bicharraco hace fotos que no necesitas editar, son increíbles.
Pero es un objetivo que pesa 1kg, es enorme, no es para llevarlo en el bolsillo, y tirar fotos a pulso con este monstruo no va a ser fácil, pero como siempre, me va a llevar unos meses mejorar la técnica y conocerlo, y luego me imagino que andaré encantado. 
De eso se trata, de ir poco a poco.

Ya os iré poniendo fotos…

2 comentarios:

  1. A veces me dan bajones a mí de haberme desecho del 18-55... bien usado se defiende a muerte.
    Nada, a disfrutar de ese nuevo pepino.

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  2. El 18-55 que venía con la 1ª digital reflex, la 300D de canon, era para hacerle un monumento, por 20€ se siguen vendiendo en ebay y son unos pepinos que duran hasta la siguiente era geológica.

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